Para finalizar las comidas, nada mejor que atreverse con la sandía o las naranjas locales o aventurarse en la repostería ibicenca: flaó (pastel de queso y hierbabuena), ensaimadas, macarrons de Sant Joan o greixonera, buenas propuestas para degustar junto a un café caleta (un tipo de café que se elabora en Ibiza hirviendo los granos con licores) o una copa de hierbas ibicencas, el digestivo que más se consume en la isla.
Por último, en Ibiza ha comenzado a dinamizarse desde unos años el sector vinícola y en la actualidad funcionan varias bodegas en distintos puntos de la isla. Varias de ellas se pueden visitar y ofrecen catas.